Historias de bar: cuando las paredes escuchan
Los bares no son solo sitios donde se bebe. Son refugios de paso, escenarios discretos donde ocurren las pequeñas historias que a menudo no encuentran un lugar en los libros ni en los periódicos.
Una barra puede ser confesionario, trinchera o campo de juego. Un camarero, testigo silencioso de vidas cruzadas.
Historias de bar es una serie de relatos breves que surgen de los silencios y voces de un lugar que fue real y que hoy vive en el recuerdo. Cada entrega se inspira en un detalle: un cliente habitual, un gesto, un objeto, una frase olvidada… Todo puede convertirse en relato.
Habrá amor, soledad, risas ahogadas y vasos medio llenos.
No son historias grandiosas, pero son de las que dejan poso.
Quizá hasta te recuerden a algo. O a alguien.
Publicaremos un nuevo relato con regularidad, con títulos evocadores y una ambientación reconocible. No será necesario seguir un orden, pero todos compartirán un mismo universo: el del Bar Carabel.
Puedes seguir esta serie en el blog y en nuestras redes sociales. Y si alguna vez fuiste cliente o testigo de este rincón, tal vez te reconozcas en alguno de sus relatos.
Porque todos tenemos una historia de bar.
Bienvenido.
Pide lo de siempre. Yo escribo lo demás.
• El primer relato de la serie se titula “El perchero”. Porque a veces, basta un objeto callado para guardar las memorias de quienes ya no están.
• Un café solo y un rincón del bar que aún guarda su ausencia. Relato breve sobre la rutina, el misterio y la melancolía.
• En cada bar hay personajes que, con sus costumbres y presencia, dejan huella en el ambiente y en quienes los rodean. Don José es uno de ellos: un cliente fiel que, con su rutina inquebrantable y sus palabras siempre presentes, marca el ritmo y la historia de un bar.
• Parejas jóvenes que llenaban el bar tras el trabajo, cañas en mano y sueños por delante. El tiempo pasó, pero siempre quedará algo suyo en la mesa del ventanal.
• Hay recuerdos que se evocan con un olor, un sabor, una melodía. En la trastienda de un bar, entre guitarras afinadas, se esconden los ecos de una vida.
• A la una y cuarto, como llamados por una campana invisible, cuatro amigos se reúnen cada día en la barra. El vino, la costumbre y la amistad ocupan ya su asiento.
• La televisión en el bar se convierte en un foco de discusión. El tabernero decide apagar la pantalla para recuperar la calma y el diálogo.
📖
Leer "La televisión en el bar, ¿entretenimiento o desencuentro?"→
Se echa de menos ,al bar y sobre todo a Juan Carlos
ResponderEliminar❤️
EliminarBonito y conmovedor. Nostalgia...
ResponderEliminar❤️
EliminarCómo te echamos de menos... Muchos años compartidos en ambos lados de la barra... Muchas historias que contar de risas, vermú, Pocoyó,...
ResponderEliminarMuchas cosas aprendidas se ti, de la hostelería de roda la vida... Te queremos
El sentimiento es mutuo, también se os quiere y se os echa de menos ❤️
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