La televisión en el bar, ¿entretenimiento o desencuentro?

La televisión en el bar, ¿entretenimiento o desencuentro? Historias de bar En algunos bares la televisión es apenas un adorno; en otros, dicta el ritmo de la jornada. He visto cómo una pantalla puede transformar la charla tranquila en debate acalorado, despertar risas o tensiones, y hasta alterar la forma en que los clientes se relacionan entre sí. Hay bares donde este invento nunca ha tenido cabida. Donde el murmullo de las conversaciones, el choque de los vasos y la música de fondo han sido suficientes para llenar el espacio. Y hay otros en los que la pantalla ha sido, durante años, el corazón del local: compañera de desayunos solitarios, árbitro de discusiones futboleras y cómplice de silencios compartidos. En mi vida laboral, la relación con la televisión ha tenido altibajos. Los primeros años opté por prescindir de ella: solo música, nunca imágenes. El bar respiraba otra cadencia, más libre, quizá más íntima. Su ausencia obligaba a mir...